En los primeros tres meses de este año, las denuncias hechas en la PDI de Temuco, por hechos categorizados como “Estafas y otras defraudaciones contra particulares”, disminuyeron un 4% en relación al mismo período del año anterior, no obstante, desde la Brigada Investigadora de Delitos Económicos (Bridec) Temuco, aseguran que este delito sigue siendo el más investigado por esa unidad, abarcando un 75% del total de indagatorias que lleva esa unidad.
En términos totales, las denuncias, instrucciones particulares y órdenes de investigar de la PDI, a nivel regional, por hechos categorizados como “Estafas y otras defraudaciones contra particulares”, alcanzan los desde enero 1.226 a la fecha.
En tanto, el delito de “Uso fraudulento de tarjetas y/o fraude electrónico”, registró 179 investigaciones en el primer trimestre, de este año, evidenciando un aumento del 58,4%, en comparación al mismo período de 2023.
Por su parte, el delito de Apropiación indebida incrementó las investigaciones de un 17%, pasando de recibir 93 decretos durante el primer trimestre 2023 a 109 en igual período de este año.
Delitos emergentes y sus modus operandi
El jefe de la Bridec Temuco, explicó que dentro de los delitos denunciados destacan aquellos relacionados con aplicaciones que otorgan préstamos de dinero, falsos ejecutivos y ventas simuladas, que han proliferado en el tiempo y logran un perjuicio económico en la víctima.
En cuanto al primer tipo, se han visualizado gran cantidad de aplicaciones en redes sociales que prometen préstamos sin mayores requisitos, donde se obtiene dinero bajo toda informalidad y en cuestión de minutos. No obstante, la descarga de la aplicación permite el acceso a los datos del teléfono del usuario, obteniendo entre otros, información de contactos, archivos multimedia e historiales de navegación, información que más tarde es utilizada para extorsionar a la víctima, cumpliendo en un inicio con el otorgamiento del del dinero solicitado, no obstante, el interés solicitado es más alto que en la banca formal, generando un aumento de la deuda original y cuando las víctimas no pagan a tiempo y en algunas ocasiones incluso cuando lo hacen, son hostigados y amenazados tanto ellos como sus contactos, preferentemente familiares”, indicó el subprefecto Villagrán.
Respecto al “Falso ejecutivo”, pese a que no se trata de una modalidad nueva, la llamada telefónica del supuesto ejecutivo bancario, es un delito recurrente que se mantiene vigente, observándose algunas variantes que van desde la solicitud de claves, autorización de movimientos desde aplicaciones o digitar contraseñas en propio equipo móvil, agregando que esta modalidad ha mutado y ahora “el llamado telefónico ha pasado de informar la existencia de bonos si cobrar, a manifestar que se detectaron intentos de fraudes, tras lo cual, mediante una historia elaborada, llevan a la víctima a realizar acciones supuestamente orientadas a iniciar los protocolos de seguridad, no obstante, estos están destinados a autorizar compras, movimientos o cambios de contraseñas”.
En cuanto a la venta simulada -producto sin entrega-, uno de los hechos más recurrentes, tiene relación con las compras y ventas realizadas mediante redes sociales, principalmente Marketplace de la red social Facebook, bajo toda informalidad, pudiendo ser el caso cuando la víctima es el comprador, llega a publicaciones realizadas por perfiles falsos creados principalmente para este fin o incluso utilizando nombres de locales establecidos, donde se ofrecen a la venta productos de fácil comercialización, como lo es el vestuario, elementos tecnológicos, repuestos de vehículos, muebles etc., los que son pagados por las victimas mediante transferencias o aplicaciones de pago, con el compromiso de entrega a domicilio, sin que esto ocurra cumplido el plazo, siendo contactadas en algunos casas, la victima para efectuar otros pagos bajo el argumento de gastos de transporte o seguros, sin que se concrete la entrega de lo adquirido. En tanto, cuando la víctima es quien vende el producto, suele recibir mensajería de whatsapp o correos electrónicos con comprobantes de transferencia falsos, que simulan el pago inexistente en su cuenta bancaria, la que es bloqueada para que ésta no pueda hacer la consulta, recibiendo en sus domicilios choferes de aplicación para retirar lo vendido, explicó el subprefecto Villagrán.